Emilio Calderón
Editorial Stella Maris
300 páginas
Palabras muy concretas vienen a mi mente cuando me dispongo a definir la última novela de Emilio Calderón: sorprendente, espectacular, redonda. Y así es como me he quedado yo tras leerme de forma continua e ininterrumpida dicha novela: sorprendido, alucinado, conmocionado, satisfecho. Calderón narra la historia de Bernardo Pastor—Luján, un reconocido profesor de física teórica que como dice en la sinopsis defiende la existencia de universos paralelos. Don Bernardo perdió a su mujer e hija, ambas en el parto de la niña. Desde entonces se sumerge en su mundo intelectual labrándose un nombre en su campo. De forma curiosa tiene una serie de sueños con su mujer y su hija perdidas que le acompañan noche a noche haciéndole sentir que sigue de alguna manera conviviendo con ellas. Su vida da un vuelco cuando en la conferencia científica de John Bradley, un profesor de biofísica, conoce a la hija de éste, dándose cuenta de que es exactamente igual a la que chica que ha crecido con él en sus sueños, su hija, causándole una gran conmoción. A partir de ahí se sumergirá en el aparente mundo del Bradley, los círculos de las cosecha.
No me gustaría desvelar absolutamente nada más de esta historia porque realmente es una novela que merece la pena leer. Tiene un ritmo trepidante que te va cautivando palabra a palabra. Calderón te da tantos detalles científicos y técnicos… te das cuenta realmente del laborioso trabajo de investigación y documentación al que se ha sometido para narrar esta historia. Te cuenta tantas cosas y con tanta convicción que acabas dudando de tu propia existencia y te mantiene en vilo hasta la última página, literalmente, causándote una sensación agridulce ya que no deseas que la historia se acabe, aunque por otro lado el absolutamente desconcertante e increíble final te deja muy satisfecho y orgulloso de haber podido leer una novela tan grande como esta.
Círculos puede ser una de esas historias que pase a la historia de nuestra literatura contemporánea, desde luego por mi parte muy recomendable. Mi enhorabuena a Emilio Calderón por su obra y mi encarecido deseo de que siga escribiendo maravillas así, porque para mí, no hay mejor obra que la que es capaz de transportarte a ese lugar exacto desde el que se narra la historia, la que es capaz de hacerte creer que eres tu ese personaje protagonista, el que está viviendo todo, capaz de entretenerte el tiempo, por desgracia poco, que tardas en leerte la novela.
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